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Nuestra Historia

Pastelería El Fontán en Tineo, Asturias

La pastelería ‘El Fontán’ en Tineo es una pastelería de las de antaño, de las de siempre. Con sabor a historia y con olor a dulce. El horno de ‘El Fontán’ se enciende por primera vez en diciembre de 1960, cuando Lolo y Marina abren las puertas de su negocio, comenzando así la historia de una pastelería emblemática del occidente asturiano, conocida hasta hoy por la calidad de sus milhojas y sus dulces artesanos.

Espolvoreando azúcar sobre milhojas
Manos lanzando harina

Abrir la pastelería ‘El Fontán’ no fue un golpe de suerte, sino más bien la materialización del amor hacia el dulce de Lolo y Marina.  Lolo comenzó a los 7 años a empolvarse las manos en diferentes pastelerías de la geografía asturiana, memorizando así las recetas tradicionales de los maestros pasteleros del momento. Hace más de 60 años, puso sobre su obrador todos aquellos aprendizajes, de la mano de su compañera Marina, mujer apasionada, que aunque viniera del mundo de la ganadería, de endulzar vidas, sabía un rato.

Tuvieron 4 hijos, pero solo uno de ellos, heredó la curiosidad y la adoración por el dulzor de este mundo. A César siempre le gustó andar entre las bambalinas del obrador, ya sea corriendo o ayudando a sus padres en la elaboración del día, porque eso sí, todos los dulces de la pastelería ‘El Fontán’, siempre fueron frescos y artesanos. Aún hoy se sigue esta máxima.

César trabajando una masa con rodillo